LINO

El lino no requiere de grandes presentaciones: primero porque no las necesita; segundo porque su materialidad cuenta con una fama que no se cuestiona y en último lugar, porque no hay quien pueda resistirse a su textura. Hablar de él es sinónimo de ligereza, pero sobretodo de una elegancia que le sale tan natural. El lino es lino, y su fibra, suelta y suave con el tiempo, conquista cualquier espacio, impregnándolo de ambiente.